Cuatro chicos, reunidos de nuevo por cosas del destino. ¿Quién sabe?
Es la historia de Kendra. Luka, Melissa y Justin.
Hace unos años, ellos cuatro vivían en Neplam, un pequeño pueblo en quien sabe donde. Muy amigos desde pequeños. En esos tiempos tenían 14 años. ¿Por qué cuento esto? Porque si no lo contara, la historia no tendría sentido. Se juntaron como la mayoría del tiempo en la pequeña plaza de la esquina.
-Bieeeeeen chicos... ¿qué haremos hoy? -dijo con entusiasmo Justin.
-Tenía pensado ir a la cabaña de mi abuelo que está en el bosque... -dijo Melissa.
-Me parece una idea genial. -dijo Luka.
-Eh... no lo sé chicos, es que mi mamá no me va a dejar porque...
-Kendra... no seas aguafiestas. -Luka lanzó una mirada de reproche.
-Bueno... es que no es eso pero no quiero ir al bosque... me da miedo. -dijo sincera.
-Conmigo no te pasará nada. -le sonrió Luka.
Hubo un silencio incómodo. Luka gustaba de Kendra. Kendra gustaba de... bueno, quien sabe. Interrumpió el sonido del celular de Kendra.
-¿Ma?... Sí, estoy en la pl... No ma... Per... Ma... ESCÚCHAME. Los chicos quieren ir a la cabaña del abuelo de Meli... Sí, ma, la cabaña del bos... No me va a pasar nad... MAMÁ! DÉJAME HABLAR. Que no, que no me va a pasar nada. Estaremos los cuatro. ¿Vale? El abue de Meli... eeh... Meli, mi mamá.
-Hola tía... sí... sí... sí... sí... claro, no se preocupe... sí... vale. Chau. -dijo y colgó la llamda- vale, tu mamá dijo que sí, pero que mañana estuvieras antes de las 10 en casa...
-Ah... ok.
Los niños se fueron a la cabaña. Estaba vacía. El abuelo de Melissa le dijo que cuando quisieran, que podían ir, además ella ya sabía donde estaban las llaves.
-Bueno y... ¿qué haremos? -dijo Meli.
-¿No quieren ir a recorrer el bosque? -preguntó Justin.
-¡Sí! -dijo entusiasmado Luka- ¿Kendra, vienes?
-Oh... no, vayan, yo quiero quedarme en la cabaña.
-Bueno... -dijo Luka y los tres se fueron dejando a Kendra sola. A los 5 minutos,volvió Justin a la cabaña muy agitado, al parecer había corrido.
-Oh m*erda. Me asustaste...
-¿Tan feo soy? -le dirigió una sonrisa picara.
-Mmm no eres feo... -dijo muy coqueta.
-Y tu eres muy sexy.
-Justin. De nuevo no.
-¿Por qué no? Sabes que te gustó lo del otro día... -acercándosele.
-Eh... sí, me gustó, no lo niego... pero... -acorralada por Justin a una pared.
-¿Pero...?
-Pero tu no me gustas. -dijo Kendra muy sincera.
-Bueno, tu tampoco, pero... ¿quién dijo que los amigos no podían hacer esas cosas? -dijo Justin, mordiéndose el labio.
-Yo lo digo. Y mi cara está aquí. Ahora aléjate o voy... voy a gritar. -dijo nerviosa.
-Grita todo lo que quieras... estás en mi poder... nadie podrá escucharte... -dijo Justin acercándose aún más hasta el punto en que Kendra podía sentir la respiración de Justin en su boca- Solo déjate llevar...
Y así fue... Kendra se dejó llevar. Excitada por el momento. Justin la abrazó, llevando la mano al trasero de ella, mientras sus labios se tocaban. Él retiró su camisa, y luego desabrochó todos los botones que cubrían los pechos de Kendra. Pero algo interrumpió aquel momento...
-Justin... hay ruidos a fuera...
-Son Luka y Melissa...
-Justin, ponte la camisa ahora...
-No... ¿para qué? Sigamos... hoy día si íbamos a llegar a tener sexo...
-Yo aún no quiero eso. -dijo Kendra abrochándose la camisa y encerrándose en el baño. Justo en ese momento Melissa y Luka penetraron en la cabaña.
-Justin... estabas aquí... ¿y Kendra? -preguntó Luka algo preocupado.
-Está en el baño... -arréglandose el cabello.
-Estabamos preocupados por ti, no te encontrábamos, por eso nos devolvimos. -dijo Melissa.
-Sí... es que me devolví a por mi polerón. Pero no lo traje.
